La gestión de la calidad de la energía eléctrica, tanto en el sector industrial como en el comercial, es esencial en el mundo moderno tecnológicamente avanzado. En tales circunstancias, la calidad de la electricidad suministrada nunca debe ser deficiente, ya que esto provoca daños en los aparatos enchufados, mayores costos operativos y problemas de seguridad, entre otros. Para los problemas actuales, los filtros activos se han convertido en una herramienta pertinente para mejorar la calidad de la energía, garantizando que los sistemas eléctricos funcionen sin problemas.
Los dispositivos como los filtros de potencia activos, o simplemente filtros activos, varían el voltaje del sistema eléctrico, limitan los armónicos de corriente y la potencia reactiva y mitigan los transitorios eléctricos. Dado que estos dispositivos funcionan monitoreando y controlando el suministro de energía, pueden reducir en gran medida las consecuencias negativas que plantean problemas como la calidad de la energía. Las cargas adaptables de los filtros de potencia conmutables también son de gran importancia, especialmente en situaciones en las que los requisitos de energía son variables y hay más de una carga disponible con arreglo de conmutación.
En algunas industrias artificiales, donde las piezas y los conjuntos electrónicos sensibles están expuestos a campos concomitantes, los acondicionadores de línea de potencia activos son muy deseados y, a veces, incluso pueden convertirse en un requisito. Por ejemplo, las fábricas equipadas con maquinaria controlada por PLC y los centros de datos con servidores importantes en su interior están extremadamente en peligro desde el punto de vista de la calidad de la energía. El tiempo de inactividad causado por la distorsión armónica, las caídas de tensión y el parpadeo pueden provocar interrupciones comerciales y dar como resultado pérdidas significativas de ingresos. Los filtros activos funcionan para estos cortes de energía controlando la energía suministrada dentro de niveles que, de lo contrario, podrían dañar dispositivos delicados y costosos, y aumentar la productividad.
Además, hay margen para que las redes con mucho tráfico y filtros activos sean más ecológicas y rentables. Esto se debe a que los filtros activos controlables a través de un microprocesador reducen los armónicos y optimizan la potencia reactiva, de modo que se utiliza menos energía y, por lo tanto, cuesta menos. De esta manera, la empresa no solo ahorra dinero, sino que también reduce la cantidad de carbono que se genera al llevar a cabo sus actividades comerciales. Y a medida que las empresas buscan cumplir con leyes ambientales más estrictas, la importancia de las aplicaciones de filtros activos para ayudar a mejorar la eficiencia energética se ha vuelto más evidente.
Los filtros activos antes mencionados tienen buenas posibilidades de mejorar a medida que avance la tecnología. Las nuevas innovaciones, por ejemplo, los algoritmos mejorados o la inclusión de redes inteligentes, seguramente mejorarán la eficiencia y amplificarán su efectividad. Además, dado que cada vez se presta más atención al uso de fuentes de energía renovables, se crean requisitos adicionales para los filtros activos debido a las peculiaridades de estos sistemas, como la intermitencia o la variabilidad. En resumen, los filtros activos son dispositivos importantes en la búsqueda de una mejor calidad de la energía y ofrecen respuestas a los problemas que se enfrentan y los que pueden surgir en el mercado energético futuro.